«@» Del signo al símbolo

Son muchas las dificultades que puede plantear componer con tipos móviles en la época actual. Una de ellas puede ser querer componer una linea de texto que contenga una dirección de correo electrónico, donde es imprescindible utilizar el signo de arroba «@» entre el nombre del usuario y el servidor de correo.

Este signo tan común en la vida moderna, no era tan común en la antigüedad, incluso estuvo a punto de desaparecer en el siglo XV, cuando se acuñaron los primeros tipos móviles.

Al comenzar a planificar la composición con tipos móviles de las tarjetas personales del taller me encontré con el problema de cómo componer el correo electrónico sin disponer de arrobas.
Las posibles soluciones eran: Remplazar el signo de arroba, «@», por algún texto alternativo, acuñar y fundir el signo en plomo o ponerme en campaña de buscar arrobas ya acuñados como tipos móviles.
Esta última fue la solución elegida. Luego de varios meses de búsqueda y con la ayuda de un buen amigo, pude acceder a un juego de arrobas acuñados en cuerpos 10, 12 y 14.

Tras haber solucionado el problema, dedicando muchas horas de investigación a éste signo, me pareció interesante compartir algo de la información recabada.

La mayoría de los historiadores coinciden que el origen del término “arroba” proviene del término árabe “ar-roub“, que significa cuarto o cuarta parte.
Dada esta denominación, se lo encuentra aplicado en Europa durante la Edad Media, como unidad de medida representando la cuarta parte de un quintal. El equivalente a unos 11.5 kgs, o la cuarta parte de una anfora para los Griegos e Italianos. Tenia la característica de adaptarse al tipo de mercancía que se midiera con ella, fuesen sólidos o líquidos.

El primer documento escrito donde aparece el signo arroba, «@», data del año 1536, y se trata de una carta enviada por un mercader italiano en el año 1536 desde Sevilla a Roma.
El descubridor del signo en éstos escritos es el profesor italiano Giorgio Stabile, de la Universidad La Sapienza en Roma. En dicho escrito se detalla la llegada de tres barcos provenientes de América, cargados de variados tesoros, enviados por Francisco Pizarro donde pueden encontrase referencias escritas tales como: “una @ de vino, que es 1/13 de un barril, vale 70 u 80 ducados…”

cartaarroba

Algunos historiadores afirman que el término arroba ya era utilizado en el año 1448, encontrándose escritos donde aparece éste signo, detallando las cantidades del envio de trigo desde Castilla al Reino de Aragón.

Esta práctica de uso del arroba como unidad de medida, fue abandonada en la década del 1790, cuando Francia, España y posteriormente los demás países europeos adoptan el sistema metrico decimal, quedando el uso del arroba limitado al medio rural de algunos países europeos.

Es interesante destacar que varios países de centro américa, aún mantienen el término «arroba» asociado a la medida de algunos productos, como es el caso de Ecuador, Guatemala e incluso Mexico donde la harina es común adquirirla en costales medidos en arrobas.

Al entrar en desuso como unidad de medida, el término tiende a desaparecer en Europa y las Américas, manteniendose vivo en Estados Unidos como indicador del precio por unidad en las transacciones comerciales de tierras. Por ejemplo si se vendían 10 parcelas a 200 doláres cada una, era común que se indicara: «10 parcelas @ 120$». Esto hizo que el signo se mantuviera vivo y que fuera incluído en los teclados de las primeras máquinas de escribir, inventadas a finales del siglo XIX.

En cuanto al origen del signo, se cree que es una antigua ligadura caligráfica de la preposición latina «ad» (que se interpreta como «hacia», «en» o «cerca»), realizada por los antiguos escribas en la Edad Media y que a su vez los ingleses lo utilizaron como ligadura tipográfica, para representar la preposición inglesa «at» (la traducción mas frecuente de la preposición latina «ad»).

Representación del signo «@» en algunas tipografías clásicas:

Representacion del arroba en diferentes tipografias

Ya en la época moderna, en el año 1971, Ray Tomlinson un programador de Cambridge, Massachusetts, buscando enviar mensajes de una computadora a otra, adopta el signo «@» como el carácter a interponer entre el nombre de la persona (usuario) y el nombre de la computadora (servidor), acuñando el primer correo electrónico: tomlinson@bbn-tenexa. De esta forma el término arroba y su signo «@» adquiere su función actual, universalizando su uso en pocos años.

Es así que este signo originado como una ligadura caligráfica por los antiguos escribas logra sobrevivir y convertirse en uno de los simbolos más importantes de la era digital.


Bibliografía consultada:
Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana de Joan Corominas, Editorial Gredos.
Ancient writing and its influence, Berthold L. Ullman 1932